Cuando tenemos piel grasa solemos evitar las cremas hidratantes, pero la realidad es hidratar la piel con productos específicos, que ayuden a mantener el equilibrio, mientras absorben el exceso de sebo o regulan su producción, es vital para mantener una piel sana, radiante y luminosa.
Una piel hidratada no es sinónimo de piel grasa: La piel hidratada tiene un alto contenido en agua, mientras que la piel grasa está llena de aceites o lípidos. La crema hidratante adecuada para la piel grasa y con tendencia al acné fomentará el contenido de agua en la piel, que reduce la cantidad de sebo que produce la piel. Es importante elegir una crema hidratante de calidad para tu rutina diaria, y en lo posible elegir una con efecto matificante.